... gota a gota ...






Para mí el comienzo fue el día anterior, el viernes. Eran unas cervezas piola...salieron verdades, honestidades, mentiras y transparencias donde el alcohol me tomó por sorpresa e hizo algunos estragos en mi cuerpo. Pero a pesar de todo fue una buena tarde.
En la mañana, me levanté con algo de caña...pensé en dormir un ratito más pero pude superarme y levantarme temprano. Me duché, me vestí, a la mierda el desayuno y partí.
Diez para las diez estaba en baquedano, al frente del teatro de la universidad de Chile contemplando el dia despejado que se hacía notar hasta esa hora, y que presagiaba un buen día. LLegaron los demás, compramos algunas cosas y nos fuimos al hermitaño bajo...esperamos como 3 horas a los demás pero al final todos llegaron. Jugamos, tomamos, comimos, nos reímos, tomamos fotos, hablé idioteces, di algunos consejillos, etc...
ya llegando al final de la tarde aquella me sentía más satisfecho que nunca, la vista a la ciudad era brutalmente hermosa y daban ganas de hecharse a volar aunque la realidad dijera por una parte que lamentablemente terminaría bien roto, magullado y tal vez muerto...pero a la mierda, fué una noche exquisita.
Llegando a Baquedano, le pedí algo de plata al Mariano y lo acompañé para comprarme mis laky laights...era necesario.
Necesario porque, necesitaba darme un tiempito para mí después de compartir y de reír. Caminé por el parque Bustamante hasta el café literario y me senté al frente de la pileta-piscina que hay allí, prendí el cigarro y me lo fumé pensando en todo, tranquilo, no había nadie...la noche estaba inspiradora, el cigarro adquirió el sabor que me gusta, los destellos en el agua hacían notar la tranquilidad de aquel líquido vital, el aire parecía estar en calma y alegre...yo estaba en paz, satisfecho, inspirado, volado, melancólico, alegre, tranquilo...

El cigarro se había terminado y me paré con una sonrisa, de esas que no doy siempre y muy pocos se dan cuenta. Boté la colilla y seguí caminando...ahí el cielo hizo de las suyas, cayeron algunas gotas a mi rostro y el caminar se me hizo intenso, suave y alegre, mi alma se henchía, me sentía bien, me sentía parte y arte del mundo...fué el final preciso.

Hubo algo que me quedó dando vueltas y que no me habían  dicho... " el Manuel es muy querible, pero el no desmuestra a los demás"... y si, casi nunca o nunca demuestro lo que siento...así que me tiré un discurso en el cerro bien feo pero de alguna manera respondí ese cariño. Aun así, les digo que realmente soy así, pero detrás del manu de hielo hay uno de fuego que lo está derritiendo cada vez más...quizá algún día aquel pequeño detalle desaparezca.

Y la lluvia...la lluvia...si...esta lluvia que hoy mismo corre por las ventanas de todas las casas, fué el final preciso, el broche de oro, el bálsamo que necesitaba en mi cuerpo para poder dormir.


excelente tarde, excelente compañía...gran día :)   .

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