... Aquella vez ...



Esa noche había llegado cansado; como siempre el departamento estaba oscuro y solo las luces de la ciudad entraban por aquel ventanal. Tomé una cerveza del refrigerador, un cigarro y me fui al balcón a sentir la noche desde las alturas. Aquella vez no quise comer, estaba en mi estado melancólico característico y el paciente era difícil.
Después de haber fumado parsimoniosamente el cigarro y haber saboreado hasta la ultima gota de cerveza cerré el ventanal con el aire dándome a las espaldas y me fui al baño para lavarme los dientes e irme a la cama, algo exhausto.

Me acosté...

Las llaves de la puerta sonaron e iba a levantarme porque, no era posible que la mucama llegase a esas horas al hotel. Cuando me dispuse a hacerlo entonces comprendí: Apareciste con bata, así al frente de mis ojos, elaborando y tiñendo deseos y yo, que aun estaba sentado en mi cama no podía pensar de manera clara y rápida.

- Se te quedaron las llaves - dijiste suave, aquel tono de voz no lo conocía. Me tiraste un par de llaves y claro, caí inmediatamente en la cuenta. Le sacaste copia, por esa razón partiste corriendo a "buscar a un fontanero".

Y fue entonces cuando cayó aquella tela gruesa al suelo, de manera lenta y pesada. La luz de la luna clavada en tu piel me hipnotizaba el cuerpo y me erguía los bellos de la piel sin podermelo creer. Te acercaste suave, casi como bailando, casi como flotando y te sentaste, me miraste...
Aquella mirada fue la aprobación de nuestro crimen, único en el mundo en el que ambos eramos cómplices, en ese mismo instante, en ese lugar, lejos de todos.

- ¿puedo? - otra vez esa voz que no te había escuchado salir de aquella boca.

- ni cagando... - ambos reímos al instante, unos segundos de silencio y me hice un lado.

Entraste, te metiste debajo de frazadas y sábanas y allí quedaste, acurrucada y frágil. Estabas a centímetros, el calor de tu cuerpo inundaba la cama poco a poco y no podía hacer más que mirarte, estab...

- ¿y te vas a quedar ahí? -

Desperté. Mi corazón se comenzó a acelerar, sentía mi sangre caliente correr por cada vena, los latidos de mi corazón también se aceleraron junto con mi aliento y ese dolor suave de estómago fue el punto cúlmine que me hizo estallar y librarme en el campo de tu piel. Te rocé primero con mis dedos por tus hombros; la temperatura de tu cuerpo comenzó a subir. Seguí bajando y me seguí acercando a tu cuerpo, suave. Me dispuse entonces a bajar por tus pechos para llegar al abdomen y fue entonces...

- Te quiero -

Se me apretó el pecho. Comencé a arder por dentro, el calor me inundaba...hacía tanto tiempo que no escuchaba algo así...había pasado tanto tiempo...
Me limité a sonreir y a no llorar como un marica encima de tu pelo y lo presentiste, y te volteaste...solo para quedarnos mirando uno al otro, en esos segundos que parecen no tener fin...

- yo también - te dije.

Y todo comenzó con ese beso...enredado en calor y vuelto pasión.
Te penetré y me hice miel en ti, mis dedos con tu piel se volvieron suaves, te curvabas como serpiente entre mis brazos y tus gemidos y suspiros...me hacían levantar el alma.
Todo se hizo eterno, fresco y caliente. Buscaba el sabor de tu boca, la carne de tus labios, la piel suave y mojada que ondulaba junto con mi cuerpo. Hasta que llegaba a tu cuello y tus dedos arañaban mi espalda, entre un pedir más y un ten cuidado...qué importaba en aquel momento si ambos hablabamos con el cuerpo...

Hasta que amaneció en Santiago...nadie sabía de nuestro crimen, nadie sabía todas las oportunidades que renacimos y que tocamos el cielo ni tampoco el incendio que provocamos en el doceavo piso.
Y así quedó el suelo alrededor de la cama, con la bata beige tirada en el piso, yo al lado tuyo y la puerta abierta, lista para delatarnos...

... ¿Por qué? :( ...



Es una de esas tardes melancólicas...hoy no quería estar solo.
Este día Domingo me encontré haciendo mi recorrido de siempre, y las ganas de tener a alguien a lado volvieron. Me sentí triste, vacío.
Llamé a algunos amigos para ver si podía encontrar compañía, pero todos estaban en su mundo.

Hoy me siento en una coraza de acero, que no se puede abrir, me siento el robot de hojalata porque no puedo amar...siento que jamás aprenderé a hacerlo, estoy como amputado.

Encontré a tres "mendigos" (entre comillas porque ellos son seres humanos): El primero era un viejito afuera del parque arauco, en silla de ruedas que vende unas pocas cosas. Me miró directo a los ojos, iba a sacar una moneda, pero como estaba en la mochila no quise hacerlo y solo me limité a sonreirle y tratar de justificar mi comportamiento. El segundo era un viejito barbón, con 2 bolsas que miraba con calma como pasaban los autos, quizá pensando quién sabe qué mundo...yo me imaginé que era un maestro escondido, un aguía espiritual. El 3ero parecía ser muy inteligente, y me dijo:
Ahí va el ingeniero!
- No no soy ingeniero.
Ah no? y que estudia?
- Psicología.
Dónde?
- En la Andrés Bello.
Trabaja?
- Si.
Y de qué?
- De garzón en un restaurant de Sushi
Y dónde?
- En el parque Arauco.
Me puede ayudar? me quiero comprar almuerzo, me cobran 2 lucas

Le pasé $500, puso una cara seria y me dijo "gracias hijo". Pero no se la pasé porque quise, solo lo hice porque al primer viejito no quise darle moneda o comprarle algo y era una manera de acallar mi culpa.
En el metro se subió una mujer ebria y me impacto, la pobre se sentó en el metro casi inconciente y se fue durmiendo todo el camino. A mi me dio sueño y sentía pena por ella, pensaba que cosas le hubieran pasado para estar de ese modo y si en su casa la esperaban sus hijos.
Estaba leyendo un libro y me dormi por unos minutos pero me desperté son su tos y se fue hacia un lado, guardé el libro en la mochila y me paré derrepente para tratar de ayudarla, pero me quedé en el acto. No quise acercarme porque me daba verguenza, o por lo menos una sensación parecida y yo la dejé ahí, tirada.
Con mi mirada buscaba algun guardia que me pudiera ayudar por lo menos a sacarla y una señora lo hizo, avisándole al chofer porque a esa hora no habían.
Llegué a la estacion de mi casa y me fui, pase por el lado de ella, con el corazón frío, con una sensación amarga de no poder ayudar a nadie.

Y así estoy ahora, y miro las fotos de ella y siento que jamás la podré amar, a nadie. Que lo mejor es estar lejos porque no puedo lidiar conmigo, pero que quizá haya un camino...

Y quizá sea este, el ayudar a otras personas para aprender a amar y para que mi corazón rompa el hielo que hace siglos me condena y para que mi razocinio no se vuelva nunca más mi enemigo...
Puede ser que sea así que aprenda a amar sin esperar algo a cambio.

Por favor Padre, quiero aprender a amar...

... Esta vida ...



Me encanta la magia, el esoterismo, el ocultismo. Pero aprendí (y también me lo dice mi corazón) que ni la magia más poderosa puede vencer el amor, porque es el material con que fue hecho el universo y es la energía del alma. Aprendí también, que el amor es importante para todos nosotros y que, el día en que cumpla mi sueño, no me gustaría llegar a la cima yo solo, porque querré tener a mi lado una mujer que ame y con quien pueda crear un universo, sino, todo sería vacío de razón. Una de las razones de la existencia de este amor es el ser humano, pues cuando pueda cumplir mi sueño y mi misión en la tierra, pretendo aportar con mi grano de arena, con un camino al cual puedan aprender. Mi intuición me dice que este camino tiene directa relación con el amor, porque hoy nos es más difícil amar y es más fácil erotizar sin aprender a convivir con el defecto del otro y también entendí que el amor y el erotismo, el romanticismo y la pasión van de la mano porque cuando se ama, el orgasmo es un punto del universo en que se conecta y se concentra todo el universo.

Aprendí que el amor no tiene edad, porque es juventud eterna. El amor es lo contrario de muerte, porque nos hace renacer y surgir de las cenizas. Aprendí que el amor no se fuerza, porque también es infantil y necesita libertad. Aprendí que al amor no se le pueden cerrar las puertas, porque su fuerza no radica en lo físico. Aprendí que una de las más grandes manifestaciones que tiene Dios (o como desee llamarle) para mostrarnos el milagro de la vida, es el amor.

Aprendí que, quizá nunca he amado, porque le di importancia a una palabra llamada "relación" entintándolo con "amor" y, por lo tanto, no me he dedicado a amar, me he dedicado a poseer a toda mujer que la vida me ha presentado.

En esta vida tengo mucho que aprender sobre el amor y amar sin esperar algo a cambio es uno de los caminos más difíciles.
Es posible que pasen años sin estar con alguien al lado, sin tener el calor de una mujer, sin sentir su apoyo, sin escuchar un "te amo".

Pero puede ser que después de todo, alguien allá al otro lado de esta vida, alguien me esté esperando...



Amen, porque el amor transforma, y ennoblece el alma.

... This Night ...



Ya no tengo ganas de seguir luchando, porque la batalla no se lleva a carne. No quiero seguir en un letargo ilusorio de sentirte cerca y tenerte lejos, no quiero soñar con un beso, tampoco con un encuentro. La historia dice que justamente ahora deberías encontrar a tu príncipe y que debería darte de manera mágica el amor que estuviste esperando.
Se que terminaré sufriendo pase lo que pase y que no volveré a verte, que si el arrepentimiento matase mi estadía en el infierno sería casi infinita y que los intentos por alcanzar el cielo terminaron derritiéndose en un millón de plumas esparciendas por toda la tierra.
No estoy bien conmigo y tampoco se hasta cuando me sanaré. Mi corazón permanecerá desierto y las flores nacerán de vez en cuando otorgando un espectáculo temporal, aquí, dentro mío.

Hoy me pregunto cuántos corazones de ternura y calidez pasan desapercibidos, cuantos cuerpos no son abrazados, cuantas almas no son abrigadas por el fuego del amor...y creo que caminaré por el mismo sendero. Hay sabios que dicen que cuando uno busca el amor jamás lo encuentra, que hay que amar sin esperar algo a cambio del otro, que hay que entregar lo que no se tiene...que cuando uno quiere amar y ser amado es una visión egoísta. Puede ser cierto y puede no serlo, pero por un lado me da tristeza y rabia que así no pueda ser, así como el símbolo de teatro, así de ambivalente.

Una de las verdades que más he aceptado, es que el amor es libre y por lo tanto no se puede aprisionar.

Me siento como un mounstruo, egoísta y tragón, que quiere aprisionar el amor en una jaula pero que su melancolía se debe a querer amar y ser amado y que, a pesar de todo está encerrado en una torre allá en lo alto por Urano, que no le permite amar.

... Tótem ...



...Y me recordaste cuando vi el gato con botas, camino al sur, en la tele del bus. Mucha gente la crítica de mala forma o no le gusta, pero dentro de la simpleza implícita en la película hay una gran lección que aprendí y que considero es muy compleja.
El huevo, después de haber engañado a su mejor amigo y después de haber llegado a las riquezas que siempre quiso terminó solo. Pero ojo: que por una única vez actuó de corazón para ayudar a un amigo y murió en su heroísmo...
Cuando el huevo muere rompiéndose finalmente en el piso, se observa que él, dentro de sí mismo, era toda la riqueza que estaba buscando y que al mirar hacia el exterior en esa ambiciosa búsqueda jamás se dio cuenta de aquello y de lo mucho que valía... pero sí tuvo un amigo que siempre creyó en esa riqueza interior.


Creo que eres una gran persona, creo que eres humano y que tienes heridas igual que todos, creo que dentro de la caparazón "fuerte" que te armaste algo está brillando y no has tenido ni siquiera la idea de QUERER saber que es...
Creo que hemos hecho grandes lazos, perdimos prácticamente casi toda nuestra infancia por la distancia, pero la vida de alguna forma nos ha hecho recuperar el tiempo perdido y me siento satisfecho, stisfecho por tus logros, por lo que has querido construir, por recibirme siempre con la mejor cara, por escucharme cuando también lo he necesitado y quizás, en un futuro, volvamos a tener que ayudarnos mutuamente, paso por paso, centímetro a centímetro.

Cuando estuve mal, recuerdo que "tomé" mi corazón en las manos y acepté aquel peso que se lleva, acepté el dolor, tragué de mis lágrimas, recogí el silencio y viajé a San Felipe. Viajé a mis raíces y a mis entrañas y a esas montañas áridas y retorné, por un verano a mi cuna. Siempre escuché a mi corazón, me pedía que de alguna forma tenía que sanarme, lejos de todo y en retiro. Llegué.
Buscaba respuestas y no las encontraba pero no me detuve, hasta que llegué a un libro y luego a otro, y así hasta que me leí toda una saga en más o menos de un mes.
Aprendí sobre el amor, sobre mí mismo y es en este punto cuando me volví a reencontrar con ese niño perdido dentro de mí, ese que soñaba con "aprender magia y tener un maestro".

Soy partidario que los dolores en la vida, son para aprender a transformarse pero ojo: desde dentro hacia afuera.

Bueno, esto se está volviendo una lata, pero creo que llegó TU HORA, tu propia hora de reencontrarte y eso es algo que (quizá) uno aprende solo. Pienso que el amor toca la puerta cuando uno está en este proceso o por lo menos cuando llevas un tiempo.
Y claro un par de cosas más: En la vida hay gente que simplemente no se olvida, porque calan hondo y mientras más uno luche en contra de eso, es peor. Lo que hice yo por lo menos fue atesorarlo y aceptarlo humildemente como parte mía.

Elige un animal que te represente, después te diré mi idea. Puede ser mitológico también.

Y así...tu primo habla mierda, pero espero que de toda ella algo te haya hecho eco, nos estamos viendo, deja el computador de lado y quiero martini WUEON! D: <
Abrazos viejo :)