De cruces y caminos perfectos



"Si todas las cosas comenzaran por el final, sin duda todos tendríamos mejores comienzos."

Eran las 3:00 am, encendió un cigarrillo dentro del caos de su departamento mientras la lámpara navegaba por ese papel arrugado pero con vida.
Hacía tiempo que no tomaba un poco de tabaco rubio y lo hacía recorrer por cada alveolo de sus pulmones.

- líquido - pensó.

Tomó su chaqueta y con el cigarro encendido pasó a través del umbral tan conocido. Muchas veces lo había hecho y conocía cada artimaña de aquella tabla de madera y hierro que tantos rostros conocía...o quizás tantos cuerpos.
Bajó por el ascensor, alzó la mano en señal de saludo al conserje y se disipó por la puerta de vidrio, tan santa y salvadora que daba precisamente a la esquina donde el destilado, la cebada y el vino permanecían mudos esperando que alguien les diera un beso. Sacó unos cuantos billetes de su bolsillo y...

- Te traigo los envases mañana guatón! -.

...El tipo simplemente le hizo una mueca de incredulidad acostumbrada, como estereotipada para la ocasión y para el tipo que cada viernes le prometía lo mismo. El caso es que siempre que devolvía los envases terminaba llevándoselos llenos.
Nuevamente cruzó el portal de cristal para tomar el ascensor y llegar a su tan amigo departamento, hasta que entró.
El olor a

- mierda!...¿¡pero que hace esto aquí?! -.

El olor a cigarro aun no se iba del departamento, se dirigió a la cocina para abrir la botella y pensandolo mejor se fue a su cuarto bebiendo un sorbo de cerveza. La luz de la habitación estaba encendida, tenue, el mismo desorden...excepto por lo que había en la cama: un mundo entero por recorrer, montañas verdes y vírgenes, caminos firmes y lisos, curvas que parecían infinitas y que no flanqueaban ni dudaban de su existencia, olor a tierra mojada morena y suave...un oasis tremendo que calmaba la sed con tan solo un trago.
Tomó un sorbo de se botella, caminó por el pasillo repitiendo el mismo acto hace unos minutos atrás y se dirigió hasta su escritorio...

"Pero nadie habría salido del útero..."

dejó la cerveza en la cocina, caminó por el pasillo hasta su cuarto pero esta vez, solo con el cigarrillo encendido.

By Manu