Frase 15



Es por eso que del amor se puede escribir poco, porque está más allá de la razón y de los símbolos.

Manu

Carta de amor, de un hombre a su rosa.



Te escribo a kilómetros de distancia, sentado bajo la luz de mi escritorio y con el peso de las sombras en mi corazón.
Cuando decidí amarte, brotaste justo en el momento en que mi corazón se volvía roca, que se pudría, que perdía toda esperanza de amar y ser amado, porque todo estaba vuelto en fracasos, en más sombras y menos luces. A pesar de todo creciste con elegancia, y te instalaste siempre con tu brillo rojo, renaciendo cada mañana para tomar la luz del sol, aquellos rayos revitalizantes que te hacían erguir hasta el cielo.
Siempre estuve a distancia, pues siempre temí acercarme mucho a tus espinas. No quise regarte cada mañana, porque temía lo que podía pasar, hasta que un día acepté ingresar a tu mundo y tu aceptaste formar parte del mío; entonces tomé la jarra de agua y te regué para que crecieras, sin embargo, te advertí que este corazón duro, que a esta mente iba a costar acomodarse a tus pétalos, y así es hoy en día.

Rosa mía, flor de mi piel. Hoy recién estamos saboreando la sangre que corre por nuestras venas, la sangre que corre por abrazar tus espinas y amar tu belleza, pero entiende que este nómada no puede cambiar del anochecer al amanecer, pues el amor de las flores siempre me fue esquivo y siempre ha sido más dolor que amor, pero no por el hecho de ser aquello no he transformado mi vida en base a esas experiencias.

Esta vez intentaré abrir mi corazón lo suficiente, para arrancarte de aquel jardín y llevarte conmigo por este paraíso del que el hombre muy poca conciencia tiene. Así nuestro presente estará lleno de luz y colores por doquier, y cuando al fin te transformes en mujer, te haré el amor como siempre quise. Tus pétalos serán tu corazón y tus espinas serán tu seducción.
A mí me queda que aprender, pero esta travesía la inicié para eso y la inicié para tenerte conmigo el tiempo que sea necesario.
Ahora mismo estás en un jardín mejor que el mío, pero yo siempre viajo por los infinitos jardines de este mundo, y eso hace mi felicidad. Quiero que este amor sea nuestra propia libertad y tengo miedo quizá de caer preso detrás de barrotes donde no me dejen volar, donde tenga que sufrir nuevamente. Pero es así como el amor transforma y acepte transmutarme en algo mucho mejor, un mejor ser humano.

Rompamos distancias, flor de mi piel. Rompamos distancias flor del amor, rompamos distancias y vivamos este amor inentendible por los demás para que sientan ellos también que el amor transforma y jamás se deja vencer.

Se despide tu querido hombre, esperando que esta carta llegue a tus raíces y encienda cada llama de tus corazones escarlata.
Un beso;

Tu hombre.