Nuevos brotes



Creo tener la respuesta de como soy y por qué razón. Es una etiqueta.
Finalmente no soy alguien normal, poseo "cosas" que otros u otras no poseen. Eso no me pone sobre un pedestal superior al resto.

Eso lo he aprendido en este camino a medida que lo he ido iniciando, y vaya que surgen cambios.

Sobre el amor he aprendido poco.
Pero es cierto que soy idealista y que valoro la belleza en la mujer, porque algo hay con ese lado artístico ( y otros nudos aún sin desatar).


Estoy en estado de asombro.

Estamos perdiendo el idioma



Últimamente he pensado que las historias de amor se han perdido. Si bien es cierto que los cuentos de hadas hoy en día son aborrecidos por muchas mujeres (y también por muchos hombres) y criticados (incluso yo lo he hecho) por mucha gente, aquellos cuentos hablaban, por lo menos, del amor.

Una historia de amor va mucho más allá de la idealización sobre la persona a la que se ama. Va mucho más allá de encontrar a un príncipe azul que salve a una mujer de un dragón milenario, que la salve de una torre, que la lleve a vivir a un mundo perfecto donde el amor y el cántico de las aves adornen las mañanas.

Hoy en día la mujer tiene el poder suficiente para bajar de la torre y matar al dragón por su cuenta y aquello está muy bien.
En esta sociedad patriarcal, o mayoritariamente patriarcal, se le ha enseñado al hombre a ir en busca de aquella mujer que ama, de aquella mujer que le gusta, de aquella mujer de la que quiera tener sexo. Este último punto, pierde trascendencia aunque no por eso sea menos importante, porque aquella pequeña "batalla" es fácil: basta la seducción, basta con revolucionar hormonas y a mi parecer ya está (aunque claramente no todos lo logran o saben hacerlo). Sin embargo, a veces el hombre también necesita que aquella mujer (o hombre) lo busque. También necesitamos que una mujer se nos declare y es una función que le ha sido relegada en este tipo de sociedad, porque el hombre es el que "debe" hacerlo.

Es distinto cuando se ama, y de amor no me refiero a ese "embobamiento" donde todo transcurre en un idilio perpetuo hasta el fin de los días. Lleno de risas y montones de hijos por todas partes.
Estamos viviendo un mundo real, donde existe el trabajo, donde falta tiempo, donde hay que relacionarse con todo tipo de gente, donde existen los problemas. Pero sí existe ese ser que, llegando a la casa, puede cambiarnos el día o la noche, donde se encuentra un lugar seguro, donde se encuentra un apoyo (y claro, alguien con quien tener sexo).
Opino que dentro de todo, de cierta manera aquel cuento de hadas existe, pero con los parámetros anteriormente dichos. Pero también considero que dentro de aquello, la búsqueda de ese amor se da de acuerdo a lo que hagan en este plano dos personas (y no pienso en la media naranja, esa es una teoría precaria) se da en la completud que cada uno busca a partir de sí mismo. Se da en el camino que uno sigue, las metas que se van alcanzando, los sueños que se van realizando. Así, cada uno se encuentra con una persona a quien amar.

Volviendo al primer punto, encuentro que se ha desenfocado el verdadero significado de esos cuentos. A veces hay que pasar un largo camino de depuración personal en todo ámbito, a veces no hace falta, pero el amor es algo que siempre está allí y basta con que cada hombre y mujer baje de su torre, se enfrente a la realidad, mate su dragón y quizás ambos se encuentren uno caminando hacia el otro en un mismo recorrido.

Que no se nos olvide el idioma del amor y que no se nos olvide que para entrar en esa vibración, es preciso que cada uno se mejore a sí mismo.


No sé si me explico...

El pintor de las mujeres soles



He tomado un camino. He encontrado maestros. A partir de ahora todo será distinto.

Es probable que aquella vida pasada la haya tomado prestada. Esta vez no sé si el sendero es correcto, no sé si seré feliz.

El primer paso entonces, es curarme, sanarme, de una vez por todas. Tengo que renunciar a muchas cosas y dejar ir, solo así podré ser feliz.

Quizás la culpa no fue de alguien, no hubo culpables en todas esas historias, sobretodo la última.



Estoy calmo, con miedo y valentía.



Ahora vamos con la "iniciación".

Más que una canción




No tengo el talento suficiente para escribir (te) una canción. Poco talento tengo también para conquistar. Yo puedo escribirte, puedo escribirte mientras sigo recordando, puedo escribirte mientras mis dedos tocan las letras, y es así como va armándose, poco a poco tu figura en mi interior. Primero, comienza con trazos finos, siguiendo por tu rostro, aquellas mejillas de particular belleza, los ojos, tu pelo.
Es por ese pequeño lapso de tiempo, aquel pequeño grano de cristal en el universo que puedo acercarme.

Déjame escribirte, que hoy me siento como un pescador a la deriva en el mar. Como un punto de luz en una inmensidad que refleja otra distinta, esperando...paciente. Ya el interés de obtener un pequeño bocado de algún pez se ha ido. Solo me encuentro allí, porque así lo quiero.

Tengo miedo de dormirme, tengo miedo y lo reconozco, tengo miedo de volver a perderme. Pero ese miedo tú no lo conoces y sin embargo. algún día sí se mostrará con toda su oscuridad.

Es así que veo tu reflejo en el agua, una veces claro y otras tantas borrosas. Pero lo dejo allí, tranquilo y con confianza, puede ser que quizá, algún día, nazcas del sol nuevamente y tu brillo acaricie mi rostro.