Somos responsables de nuestras propias decisiones. Si tuviéramos más conciencia de cada paso que damos y el cómo lo damos, podríamos darnos cuenta de lo importante y las repercusiones que podemos generar no sólo con nosotros mismos, sino también con las personas que siempre gravitan a nuestro alrededor.
La mayoría de los eventos que nos ocurren, cuando ya tenemos la voluntad suficiente para deci SI o NO, son culpa nuestra...y la palabra culpa suena a algo negativo, a algo desdichado...pero no posee nada más que un fragmento de la realidad, de esta realidad de tomar una decisión y morir y vivir con ello.
Así podemos curar o herir al mundo, a personas sin darnos cuenta.
En estos momentos de mi vida me he dado cuenta de que sí valgo. Me he percatado de que mi labor a realizar en un año más va a ser importante, porque de alguna forma ayudando a una persona a mejorarse se cambia el mundo, su mundo.
El agradecimiento, el amor...todo eso que se conjuga en una relación de ese tipo.