...Un árbol en nosotros...



mmmmm...cuesta escribir algo después de todo lo sucedido.
Pero de todas maneras, tenía en mente esta entrada hace bastante tiempo ya. De esas noches en que el cerebro procesa a una velocidad vertiginosa y los pensamientos se agolpan unos contra otros tratando de cobrar vida y forma mientras uno está en la cama aunque, claro está, jamás pense escribirlo en un contexto así.


" No hay árbol que el viento no haya sacudido"



proverbio Hindú



Creo que en realidad nosotros como personas sí nos parecemos a ellos, pues también nos alimentan, crecemos, nos crecen hojas y finalmente cuando llega el ocaso de aquellos días en que las arrugas comienzan a poblar nuestro rostro, terminamos entregándonos a la tierra...la misma que un día nos vió nacer y nos entregó lo necesario para subsistir. Aunque claro, tenemos que ganarlo con el sudor de nuetras frentes y quizás algo más.
Cada rama es hacia qué lado dirigimos nuestros sueños, cada hoja son los momentos de nuestras vidas que atesoramos pero que por esas cosas de la vida, terminamos dejando ir más de alguna. Aguantamos las estaciones a nuestro modo y, quizás disfrutamos más algunas que otras pero a pesar de todo siempre estamos ahí, con nuestras fortalezas y virtudes, defectos y diferencias...es lo que nos hace quizás tan distinto como los otros bosques que hay por este mundo y tal vez, no sea el único mundo que albergue bosques.
Por las noches algunos prefieren la luna y las estrellas, mientras que otros duermen apenas oscurece para ver el alba de la mañana y sentir sobre las hojas y todo su ser ese aire matinal que hace revitalizar de cierta manera nuestro cuerpo pero, al fin y al cabo todos algunas vez terminan necesitando de ambas.
Hay árboles ya viejos, sin hojas, sus ramas denotan de lo que alguna vez fué vida, lo que pudo ser en un momento del pasado metas y sueños...ser el más alto quizá, resistir mejor el tiempo, llevar a lo más alto las ramas con alguna belleza original, etc...Y hay algunos que se resisten, y a pesar de sentirse de ese modo logran brotar nuevamente y, cuando ya el cansancio logró vencer, una lluvia logra que ese mismo brote sea una nueva rama, que tal vez con el tiempo de ella salgan otras, hasta llegar al verde que antaño lo vestía.

El árbol de la imagen es precisamente uno de mis favoritos, por algunas razones que son ciertas, por ejemplo, no pueden alcanzar esa belleza en pocos centímetros sin la ayuda de alguien. Y después de un tiempo, ya elegido se planta en la naturaleza con la razón (yo creo) de dejarlo sobrevivir solo. Y una vez ya crecido un poco, comenzar su poda para alcanzar los resultados como aquél de arriba.
Creo que no hay árbol que crezca solo, porque siempre hay algo o alguien al lado para ayudarlo a crecer, solo que a veces se desvirtúa y termina retorciéndose, pero incluso así terminan por entregar la misma belleza o misterios que un árbol "normal".

La frase...creo que aquella frase nos indica que nadie está libre de algo y que todos, de alguna u otra forma, hemos pasado por cosas similares, mejores o peores que las del resto. Pero la gracia está en como dirigimos nuestras ramas hacia allí, como forjamos nuevos brotes para no morir, como soltamos algunas hojas y guardamos otras aún en aquellos otoños "amenazantes" que nos decían que debíamos de soltar, como alcanzamos el sol existiendo en un bosque tan poblado. Son experiencias de vida, aventuras, sueños rotos, victorias...que al momento de compartirlos nos hace tan iguales pero tan distintos al resto...y nunca perdemos nuestra magia.



1 comentario:

Thamara Elizabeth dijo...

Si, es cierto.

A mi me crece un árbol adentro al comerme una pepa de sandia...
fome?

siempre.

Soy de los personajes que prefiere la noche para ver las estrellas y la luna, y si no hay estrellas y no hay luna, la prefiero por su tranquilidad, su frio, su oscridad y tranquilidad que me da para pensar el medio revoltijo que tengo en mi mente.

Hojas... he dejado caer muchas y otras que me he obligado a soltar... no se quieren ir... y lo peor es que están ahí... aunque no se si peor... por que igual disfruto a veces de su compañia, todo pasa por algo, todo llega y se va por algo. nada es al azar. Raro, pero cierto.

Tu entrada en estos días es como de ánimo, pa quedarse pensando y me carga pensar... jajajaja naaah si igual me gusta cranearme cosas de la vida y sus hierbas mate.

Me recuerdas con tus escritos a una etapa de mi vida que vivi hace ya años y otra niña que conozco igual. A veces rozan lo que es la depresión, sentimientos de soledad... muy reiterativos y otras veces de lucides estupidizada (en mi caso por lo menos)

Leerte ahora fue como una inyección a mis venas previa transfusión de sangre.


En fin.

Estoy liberando mucha caca, así que me despido con un frio y seco.


Chao.

pd: igual gracias a tu humor del pez... me gane una invitación a comer. Gracias.