Que se abran las grandes alamedas



Y que se abran fuerte en contra del viento y la marea.

Hoy pasaba por el lado de una construcción, allí, temprano estaban los obreros, tratando de levantar algún edificio de algún capitalista morando al lado de una piscina, tomando una pilsen.

Lo raro es que hay mucha gente que juzga el tamaño de su país, por los edificios levantados.

Levantados por gente que muchas veces otras gentes juzgan menos que ellas.

Nos hemos olvidado de aquellos que han levantado este país, ellos son los que debieran tener algún día especial para hacer algo terminado en "tón".
Esta pequeña entrada es para aquellos: todos aquellos que se levantan cada mañana para trabajar por su familia, y para levantar este país que, de ideología, cultura y corazón, hay poco.

Gracias a todos ellos, que de alguna u otra forma hacen el trabajo que otros no quieren, y que sin embargo, mantienen bella esta capital.


Aún así, esta entrada debe ser quemada, porque las palabras no sirven, siempre importan nuestras acciones.

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