... Ya basta ...



Pareciera ser que nunca podré salir de mi cárcel. Necesito un corazón y necesito valentía...

Heme aquí con la copa vacía,
El sabor de la noche corriendo por mi vaso,
mis solitarias manos
y mi cabeza aceptando la soledad, la realidad.

Heme aquí de nuevo como todos aquellos días nublados,
mientras la gente pasa por las calles,
mientras la preocupación no llega al cemento.

Heme aquí sentado sin salir, esperando nada,
La fe ciega se ha quedado sin alma,
La esperanza se ha difunminado con la lluvia,
Pero estoy aquí...

Mi culpa no me deja llorar,
mi gargante se transforma en un mundo infinito,
mi pecho duele, se oprime, me pesa.
mis ojos se llenan de lágrimas, hinchados, orgullosos,
tercos...

¿Por qué esta maldición? ¿cuánto mal hice? ¿por qué yo debo cargar con este sufrimiento?
¿cuál es su función? ¿qué debo aprender? ¿que debo hacer y no hacer?


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