Quiero volarme...más que nada tengo ganas de escapar...a lo cobarde: "soldado que arranca sirve pa' otra batalla".
Quisiera fundirme en una especie de éxtasis hasta que todo pasara, sin darme cuenta y que lo mío también pasara. ¿y si me equivoco?, ¿y si termino nuevamente quedando de imbécil? (si es que no tengo el cartel pegado ya), ¿y si pierdo?...
Las defensas están altas, intento conservarme, intento simplemente irme a la mierda...así bien lejos, saber cuál es el problema...solucionarlo...
idealización y esperanza, son las palabras que más odio hasta el momento. Creo que em acostumbré a esta cabaña en el mar, todo lo que pudo ser nuevo, ahora ya me sabe a viejo. Curé una herida grande y supe salir adelante, pero por esas razones de la vida quedó algo imborrable. Así es la vida: el corazón de un ser humano, está hecho de pedazos y faltas de distintos lazos, así madura, así crece...donde la fealdad no está inserta, sino que "lo esencial es invisible para los ojos". Lo que no pense es que y lo que no consideré fue que sería capaz de olvidar y retomar un camino que creí extinto.
Ahora el pasado no sirve, solo las brasas de un fuego que no termina en apagarse, que se aviva, que marca, que se agranda hacia lo alto.
Voy a seguir a mi corazón y a mis ilusiones, a mis idealizaciones, a mis esperanzas, a la magia, a las señales divinas, a nadar contra la marea, a sobrevivir en la tormenta.
"nunca digas nunca", esa será la frase que me grabaré en la frente a base de forja y acero.
" y aun cuando todas las lanzas apuntaban a su muerte, cuando los soldados lo rodearon por todos los flancos...él sacó su espada, se paró de manera firme. Conocía su lucha, las consecuencias, sus habilidades, sus aliados, sus derrotas, sus victorias, el poder de su corazón. La historia de su lucha perduraría por el resto de los tiempos.
Los soldados le concedieron un último deseo, antes de morir de manera heróica. Bendijo al cielo y esbozando una sonrisa de satisfacción, mató al primer soldado..."
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