...La copia feliz del edén...



 200 años de historia, 200 años de amarguras y felicidades, 200 años de cambios.Somos un país joven pero no así nuestra tierra, ancestral y milenaria que a pesar de todos los embates de la naturaleza a los que se ha visto enfrentado, ha sabido mostrarnos una naturaleza exhuberante, es una tierra como aquellos diamantes que se pulen con cuidado y amor, que tienen que entregar sangre, sudor y lágrimas, pero que el producto final es tan satisfactorio que se logra alcanzar la perfección.
 Es una tierra difícil de norte a sur y de este a oeste, pequeña pero acogedora, hermosa y brillante, exhuberante y solitaria. Es una tierra de milagros escondidos, una tierra forjada a mano y labrada por magia, una tierra que soporta cualquier embate de la naturaleza y aún así sigue siendo bella, alcanzando en ese sentido a la mujer, que a pesar de que la lluvia y la tormenta les haga correr la pintura de los ojos y el lápiz labial de los labios, que a pesar de estar destrozadas, al final del camino siguen aún mas bellas de lo que fueron.
 Es una tierra que renace siempre, a pesar de lo que pase. Es una tierra que para poder entenderla, que para poder admirarla los ojos no tienen que plasmarse en fotos: la imagen no basta, la imaginación no cuenta; es con la piel, con el olor, con el gusto, hay que besarla y saborearla, hacerle el amor no solo una vez, sino que varias veces y que aún así, no pierde la magia de la virginidad sobrenatural.
 Es una tierra de esfuerzo, de trabajo constante. De sangre, sudor y lágrimas que desde el fondo su alma ella misma se escarba para darle de comer y beber a sus hijos. Es una tierra bendecida, amable, de ojos maternos y corazón fuerte.
 Su único amor ha sido Chile, completo, de norte a sur. Aquel Chile completo de carencias, frío, tímido y un poco distante, de carácter huraño y esencia solitaria, de palabras cortas y ocultas. Es un Chile trabajador, sacrificado, que sabe salir adelante, que se une frente a cualquier desgracia, que las diferencias una vez escritas quedan al olvido si han herido a su mujer, a su tierra. Chile es aquel soldado que parte a la guerra con el corazón entre las manos, que da su valor, su fuerza y su canto a pesar de enfrentarse con la muerte.  Ha sio pisoteado un montón de veces, le han escupido en la cara, y sigue de pie, es el hombre aguerrido y testarudo, mudo y orgulloso, el que pelea por sus hijos, el que muere por su tierra.
 Somos los leones escondidos tras máscaras de hierro y armaduras irrompibles. Soñamos con lo que no tenemos, y no queremos lo que muchas veces tenemos. Nos creemos pequeños y de baja estatura, pisoteables, siempre damos la otra mejilla antes de responder, pero en el fondo ignoramos nuestra propia grandeza, el alma noble y cariñosa, fuertes y sensibles. Hijos de una gran madre que nos enseña que a pesar del dolor y la amargura, es tan bella como siempre, hijos de un padre llamado Chile que a pesar de su imperfeccines, injusticias y frialdad, no puede esconder que nos ama.

 Soy Chileno, hijo de estas tierras, amante de su naturaleza. Extranjero de un pueblo llamado San Felipe del valle del Aconcagua. De un pueblo casi olvidado y mudo, de calores crudos y noches congelantes. Soy Chileno, y mi país irá grabado a fuego en mi corazón y mi madre, pintada por siempre en los recovecos de mi alma, de naturaleza bella, fuerte e indomable.

Y si, para mí Chile es la copia feliz del Edén.

by ManU

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