Piedra angular



"Irremediablemente todo converge en ti".

Ésa fue la cita que pudo escribir en la pequeña libreta. Tenía todo lo necesario para él: un buen café de grano, un pastel a la mitad, la libreta, el lápiz y la maldita inspiración, tan esquiva y mezquina. Se llevó la mano a la frente para apoyarse, mientras su pluma descansaba en la otra mano. Un gusto amargo recorrió su boca al igual que el sueño...esa noche no había dormido.
Pidió la cuenta y tan lento como llegó, así de lento se fue.


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